Wagyu Ibérico tiene recogido dentro de su pliego de condiciones que las grasas que su utilizan en los piensos para su alimentación deben de tener grasas vegetales, en ningún caso grasas animales.

En ningún caso, queríamos que fuera algo testimonial, sino que buscamos que tuviera una presencia real en la formulación y que aportara las cualidades de estas grasas a la carne de wagyu, que sumaran oliva y wagyu para que consiguiéramos un producto redondo. Ver los beneficios que esto aportaría a nuestros animales y con ello a sus carnes.

Después de dos años y medio, utilizamos el pienso en cierto grupo de wagyu de ceba para darle un plus de calidad, reconocemos que el coste es mayor en la alimentación del animal, ya que lo utilizamos un mínimo de 6 meses, con una media de 12 meses, en grupos de animales que nos interesa mejorar la alimentación y darle un toque especial, lo que nos supone un 15% mas de coste del pienso concentrado. Aunque creemos que lo amortiza en la calidad de la carne, en cambio no se le ve un retorno económico a esa mejora por ahora, aunque creemos que lo tendrá a medio plazo.

Tenemos que hacer los estudios de los resultados conseguidos, ver si hemos conseguido aumentar esos ácidos grasos como así parece, pero también si hemos conseguido desarrollar esos sabores del campo extremeño que ayuda el aceite a fijar, recordemos que las grasas infiltradas son azucares, pero además son transmisores del sabor.
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