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sábado, 6 de diciembre de 2025

Ganadería de vacuno extensiva en la dehesa: sostenibilidad, secuestro de carbono y prevención de incendios

Ganadería de vacuno extensiva en la dehesa: sostenibilidad, secuestro de carbono y prevención de incendios

Muchas veces me preguntan que aportamos con nuestra ganadería de vacuno enclavada en el norte de Cáceres, en una dehesa extremeña.

La dehesa constituye uno de los ecosistemas más valiosos de Europa (único creado por la mano del hombre), ejemplo de sostenibilidad ancestral donde la actividad humana se integra en equilibrio con la naturaleza. En este contexto, la ganadería de vacuno en extensivo juega un papel crucial no solo en la producción de alimentos de alta calidad, sino también en la conservación del medio ambiente, el secuestro de CO₂ y la prevención de incendios forestales.


Ganadería extensiva y secuestro de carbono



Los sistemas ganaderos extensivos basados en pastos naturales permiten que la dehesa actúe como un sumidero de carbono altamente eficiente.

El pastoreo estimula el crecimiento del pasto, favoreciendo la acumulación de materia orgánica en el suelo.





Vacas “bomberos” de la dehesa



Además de su papel climático, la ganadería extensiva en la dehesa tiene un efecto directo en la reducción del riesgo de incendios.

El pastoreo controla la biomasa herbácea y arbustiva que, de otro modo, se acumularía como combustible inflamable.

El ganado actúa como una brigada natural de limpieza, reduciendo la continuidad de la vegetación y creando cortafuegos biológicos.

Experiencias en regiones mediterráneas de España y Portugal han demostrado que la presencia de ganado extensivo puede reducir hasta en un 40% la carga de combustible vegetal, disminuyendo la intensidad y propagación de los incendios.

La vaca, en este sentido, se convierte en un “bombero natural” que trabaja 365 días al año, sin coste energético, y generando además alimentos de calidad.

Estudios del European Environment Agency y del IPCC estiman que los sistemas silvopastorales como la dehesa pueden capturar entre 0,5 y 2,5 toneladas de CO₂ equivalente por hectárea y año.

Este secuestro se debe no solo a la fijación en los árboles (encinas, alcornoques, quejigos), sino también a la biomasa subterránea de los pastos y la materia orgánica del suelo, que actúa como almacén estable de carbono.

De este modo, el vacuno en extensivo no es un emisor neto, como a menudo se simplifica en debates globales, sino que forma parte de un ciclo equilibrado donde la huella de carbono puede llegar a ser positiva para el territorio.

Biodiversidad y economía circular



La dehesa es un paisaje cultural donde conviven la producción agroganadera, la biodiversidad y la actividad forestal. La presencia de vacuno en extensivo:

Favorece el mantenimiento de hábitats abiertos para aves esteparias y fauna asociada.

Permite un aprovechamiento circular de recursos: el ganado transforma pastos y residuos vegetales en carne, estiércol y fertilidad para el suelo.

Contribuye a mantener un ecosistema resiliente frente al cambio climático, al evitar la degradación del suelo y la desertificación.

Mantener la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.

Fomentar economías rurales vivas y resilientes.

Revalorizar la carne procedente de estos sistemas y reconocer el papel ambiental de los ganaderos es clave para garantizar que este modelo de gestión perdure. La vaca en la dehesa no solo produce alimento, también produce sostenibilidad.

Un modelo a potenciar



La ganadería extensiva en la dehesa no es una práctica del pasado, sino un modelo de futuro para la sostenibilidad europea. 

Contribuye a mitigar el cambio climático a través del secuestro de carbono.

Prevenir incendios mediante el consumo de biomasa inflamable.

Mantener la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.

Fomentar economías rurales vivas y resilientes.


Revalorizar la carne procedente de estos sistemas y reconocer el papel ambiental de los ganaderos es clave para garantizar que este modelo de gestión perdure. La vaca en la dehesa no solo produce alimento, también produce sostenibilidad.

2 comentarios:

  1. Si señor, todo lo que dices es cierto. Habría que pensar en cómo compensar esa ganadería extensiva que tanto da a la sociedad.

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  2. Es una lástima que las administraciones públicas no sean lo suficientemente ágiles en la materialización de los mecanismos que existen para que las dehesas puedan ver remunerados los beneficios ecosistémicos que prestan actualmente de forma gratuita.

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